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jueves, 10 de abril de 2014

La cama del caballo








 Antes era la paja el tipo de cama más utilizado, pero ahora también se usan camas algo más artificiales, como las de serrín o lino, que pueden ayudar a solucionar algunos problemas de salud como la bulimia y el enfisema.
  • Una buena cama debe ser, lo primero, confortable para el caballo, ya que pasa ahí la mayor parte del día. La cama debe ser:
  1.  Entre 10-15 cm de grosor para que el caballo se pueda tumbar sin hacerse daño.
  2. Absorbente para retener la humedad.
  3. No debe ser polvorienta para evitar infecciones respiratorias como el enfisema, la bronquitis y la alergia.
  •  Debes tener cuidado:
  1. Con las camas artificiales no consumibles: debes dar al caballo heno y agua para ocuparlo mientras que está en el box y que no coma nada de su cama. 
  2. A la  hora de cambiar la cama: hay que vigilar que no destruya su "colchón" para evitar grandes problemas de salud como cólicos.
  3. Con la limpieza de la cama: si la cama del caballo está muy sucia y mal conservada, porque puede producir irritaciones de bronquios, aparición de moho o alergias patológicas de las patas.




  • Los materiales más utilizados son:
  1.  Paja: es la más empleada. Cuanto menos sea tratada químicamente mejor será. Si es de buena calidad será dorada, olerá bien y no tendrá ni polvo ni moho. La paja es de fácil manejo, voluminosa, aporta lastre necesario (como el heno) al tránsito intestinal y hace que los caballos se entretengan comiendo. Cuidado con los glotones, ya que no es conveniente que se dediquen a comer su cama, lo que les podría acarrear un cólico.
  2. Lino: es natural, mucho más absorbente que la paja, pero exige un cuidado muy regular de la cama. También es más inodoro. Algunos componentes tienen Crésyl (desinfectante y repulsivo) para que los caballos no lo coman.
  3. Cáñamo: resultante de la paja de cáñamo, es muy absorbente, blando y confortable, pero a los caballos les gusta, esto hace que tengan riesgo de cólicos si el caballo como demasiado. También se debe cuidar mucho, se debe quitar las cacas y las placas de orina.
  4. Viruta: extraída de madera blanca. La viruta sin polvo, confortable e higiénica conviene al caballo tragón que come demasiada paja, al caballo alérgico o sensible al polvo. Se vende en sacos de plástico, es más cara que la paja, se pone negra rápidamente y exige un cuidado del box.
  5. Papel: es muy utilizado en Reino Unido, donde el plomo no es utilizado en la imprenta y evita la alergia; en Francia se utiliza en clínicas y en ganadería. Es muy difícil de encontrar y es recomendado para caballos con problemas respiratorios, ya que no expulsa polvo.
  6. Granulados de madera: es una cama biodegradable con una gran capacidad de absorción. Hay que extender los granulados sobre la cuadra y luego humidificarlos con una regadera. Con el tiempo, los granulados se convertirán en viruta. Es muy cómodo para el caballo y exige cuidados. Se debe vaciar el box cada 6 semanas.
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viernes, 22 de noviembre de 2013

Los cuidados del caballo en invierno






Los caballos están preparados para soportar sin problemas el frío del invierno. Para ello, a finales de verano comienzan a perder su pelo corto para dejar crecer un pelo más grueso. Cuentan, además, con una capa de grasa bajo su piel que les ayuda a aislarse del frío. En esas condiciones, el animal puede vivir perfectamente adaptado a su nuevo clima. Sus patas, cascos y corvejones están preparados para soportar bajas temperaturas. El caballo agradece estar fuera y respirar aire fresco.
Por ello, lo normal es seguir montándolo igual que en verano. A continuación unos consejos para antes y después del ejercicio:

Cuidados del caballo antes de montar 
Tendremos en cuenta que los días son más cortos y que no es conveniente montar de noche, por lo que planificaremos el ejercicio en base a ello.
Es muy importante que inspeccionemos el lugar donde vamos a preparar al caballo y por donde vamos a montarlo, asegurándonos de la ausencia de hielo, barros, nieve... En caso contrario, no es aconsejable montarlo. Para el caballo es complicado andar sobre la nieve, no tiene adherencia sobre el hielo y puede resbalarse en pendientes mojadas. El barro y el fango pueden ocultar elementos peligrosos enterrados bajo ellos y no visibles en la superficie.
Es indispensable preparar al caballo, cepillándolo bien para activar su circulación sanguínea y calentarlo. Además, limpiaremos bien sus cascos. Y cuidaremos sus extremidades frente a hongos y otros poblemas de piel que pueden surgir.

Cuidados del caballo después de montar
Una vez terminado el ejercicio, es muy importante que el animal no se enfríe. Lo primero que debemos hacer es secarlo con una toalla realizando movimientos circulares.  A continuación lo cepillaremos para que no se quede frío y para eliminar barro o polvo de su pelaje. Es muy importante, asimismo, limpiar los cascos y asegurarnos de que no entra al box con hielo o restos de nieve. Una vez en cu cuadra, puede comer un poco de heno, le ayudará a mantener el calor. Sobra decir que con todo el tiempo que puede pasar en el box, este debe estar limpio y cuidado. Al caballo no debe faltarle agua, por lo que vigilaremos que el bebedero no esté helado.

En el caso de caballos esquilados podemos ayudarles con una manta, pero nunca se la pondremos sin haberlo secado bien.  Las mantas deben dejar respirar la piel y estar limpias y cuidadas. Una manta muy apretada puede irritar su piel y aplastar el pelaje, limitando su capacidad de aislamiento. Así pues, muchos expertos no recomiendan el uso de mantas o la limitan sólo a caballos enfermos o débiles.
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